Nuestra Historia

La bodega del Castillo del Buen Amor es el resultado de un proyecto familiar que comenzó en 2012 con la plantación de siete hectáreas de viñedos alrededor de nuestra fortaleza medieval. Apostamos por variedades como Tempranillo, Syrah, Pinot Noir y Sauvignon Blanc, cultivadas con esmero en el privilegiado entorno de la Vía de la Plata, donde el clima y el suelo confieren a nuestras uvas un carácter único.  

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Hoy elaboramos con orgullo tres vinos tintos, dos blancos y un rosado, cada uno con su propia personalidad. Nuestro proceso de producción combina técnicas modernas con un profundo respeto por la tradición, logrando vinos que capturan la esencia de nuestra tierra y el espíritu de nuestra familia.  

 

La bodega es el corazón de nuestra pasión vinícola y un lugar donde compartimos nuestra historia. Invitamos a quienes nos visitan a descubrir cada matiz a través de catas guiadas y recorridos por nuestras instalaciones, viviendo de cerca la historia y la dedicación que se esconden detrás de cada botella.